Fragmento de "Retorno a la maquiladora de Utopías", de Andrea Carrasco
- Andrea Carrasco
- 19 may 2015
- 1 Min. de lectura
Reponerse del impulso utópico: dar la cara a la realidad
Voy a tratar de describir primero este libro como podría describirse una pintura, siguiendo, la manera de proceder de Robert Valerio. En primer lugar diré que el título de la obra parece desconcertante (o al menos me había desconcertado por mucho tiempo, cuando más joven) y al mismo tiempo invita a buscar una explicación: Atardecer en la maquiladora de utopías, ensayos críticos sobre las artes plásticas en Oaxaca… Atardecer: esta palabra probablemente indique la temporalidad de la obra y su objeto de estudio, o quizá, la entrada a algún escenario poco luminoso en el que habrá que encender una lámpara, varias, tal vez, para no perder el suelo.
Maquiladora: ¿qué tiene que ver la imagen de una fábrica, un mecanismo de producción y comercialización de productos con el arte plástico? Utopías: una fábrica de utopías; el título de esta obra nos pide que confrontemos algo muy serio, pero ¿qué posibilidad de existencia encierra aquel concepto? Pareciera que este cuadro se sitúa en el ámbito de las contradicciones, accesible sólo a los entendidos, ¿será así realmente? Uno no puede establecer juicios a la ligera. Para responder mis preguntas debo acercarme a la obra, calzarme unas botas y entrar por la puerta de la maquiladora.
Texto redactado para la presentación de "Atardecer en la maquiladora de utopías" de Robert Valerio en el IIHUABJO.
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